Samsung se apunta una gran victoria legal sobre su competidora Apple en la denominada guerra de las patentes. La Comisión de Comercio Internacional de EEUU (ITC) falló a favor de la surcoreana y prohibió la importación a este país de algunos modelos de iPhone e iPad, por considerar que esos productos de Apple violan una patente de su rival tecnológica.
Aunque la decisión de la ITC es irreversible, Apple puede presentar una apelación ante un tribunal federal o puede esperar que la Casa Blanca anule el fallo en un plazo de 60 días. En paralelo a litigios en los tribunales, las empresas del sector tecnológico también suelen recurrir a la ITC, una agencia gubernamental que vela por el cumplimiento de las normas de comercio, para resolver sus disputas.
La decisión ha sido una importante victoria para Samsung, que presentó una demanda contra Apple en junio de 2011 por violación de sus patentes, en respuesta a una demanda de la compañía fundada por Steve Jobs y con sede en Cupertino.
Patentes y traiciones
Algunas semanas atrás, Jeff Risher, uno de los abogados internos de Apple, detectó que una de las demandas presentadas por temas de patentes contra Apple, a cargo de la empresa FlatWorld Interactive, estaba reclutando via email a otras empresas presuntamente afectadas para unirse al litigio contra los de la manzana. El nombre del que llevaba la voz cantante en la cadena de correos le resultó familiar: John McAleese, abogado Morgan Lewis & Bockius, prestigioso bufete de abogados, y además, la firma que defiende a la propia compañía en la mayor parte de demandas de este tipo. La investigación descubrió que el abogado McAleese era dueño de un 35% de FlatWorld, la principal promotora de la demanda, y que su esposa Jennifer, también abogado, se postulaba como representante legal de la causa. con el agravante de que John McAleese poseía cientos de carpetas con información confidencial de Apple.
Apple pidió explicaciones al bufete Morgan Lewis & Bockius, lo que motivó el inmediato despido de McAleese, y elñ propio bufete envió toda la información del despacho del abogado despedido a las oficinas de Apple. Fué en el ordenador de McAleese donde éste describía la estrategia a seguir junto a su mujer contra Apple: Cuando John McAleese conoció las primeras características del teléfono, más de un año antes de su presentación, vislumbró el gran negocio que haría él con Apple. En agosto de 2006 fundaba FlatWorld junto a su esposa y el inventor y profesor universitario Slavko Milekic, una suerte de testaferro en la operación. Como es lógico, el primer paso de la startup fue registrar a su nombre un puñado de patentes relacionadas con el control táctil de las pantallas. Los registros serían modificados en diversas ocasiones "para acercarse más a los diseños del iPhone", según reconoce en un correo Jennifer McAleese. En varios correos John da indicios, además, de que en Morgan Lewis & Bockius están al corriente de la situación.
De postre, los impuestos
El cofundador de Apple Steve Wozniak, ha afirmado durante una conferencia sobre negocios organizada en Londonderry, en Irlanda del Norte, que las grandes multinacionales deben pagar impuestos como cualquier "ciudadano de a pie". Declaraciones con las que criticaba el trato de favor que reciben las grandes empresas. En su opinión, las multinacionales deben pagar impuestos sobre sus ingresos en vez de sobre el beneficio declarado.
Mientras, el Gobierno irlandés se ha visto obligado a negar que haya acordado conceder a Apple un impuesto de sociedades reducido y que su régimen contributivo sea un "paraíso fiscal" para las multinacionales. Dublín ha insistido en que su sistema fiscal establece que todas las empresas pagan un impuesto de sociedades del 12,5 % sobre los beneficios operativos que acumulan en este país y una tasa del 25 % sobre los beneficios no operativos.